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Cuando el pasado te encuentra en un cajón

Hoy fue un día de crear espacio físico, además del espacio mental y emocional que ya habíamos trabajado durante los 30 días de Presencia Consciente. Cómo es afuera, es adentro y al liberar espacio físico enviamos un mensaje de apertura y disposición al universo, perfecto para iniciar el año.


Decidí liberar espacio en uno de mis cajones y, mientras lo ordenaba, me encontré con una libreta del 2023. Al abrirla, una mezcla de sorpresa, culpa y juicio me invadió al leer sobre un tema que, 'casualmente', hoy estoy viviendo. Pensé: ¿Cómo no lo vi desde entonces? O quizá sí, pero lo vivía desde un lugar "menos grave” y no le di la importancia que hoy reconozco.





Esto me recordó dos cosas importantes:


  1. La importancia de la presencia total.


Muchas veces, al no estar en verdadera presencia, es más fácil ver las cosas desde afuera, con perspectiva, que mientras estamos inmersas en la situación. Hoy me pregunto: ¿Cómo es que no le di la atención adecuada en el 2023?


¡Instantáneamente llegaron emociones mezcladas! Primero, sentí culpa; luego vino esa conversación interna de juicio hacia mí, y finalmente, esta sensación de "pude haberlo hecho diferente". Y es aquí cuando entra la presencia que podemos hacer una pequeña pausa que nos permite tomar consciencia de lo que ocurre, sin reaccionar automáticamente a lo que nuestros sentidos o pensamientos nos dictan.


Esa pausa abre una mirada más amplia, desde la cual podemos reconocer lo que la situación nos está mostrando sobre nosotras mismas: algo que quizá no queremos aceptar, reconocer o que seguimos rechazando. En ese momento que escribí, yo claramente no estaba en presencia; estaba enfocada en otras circunstancias o en modo reacción solamente. Hoy me doy cuenta de que “se me pasó” algo importante, como cuando mi mamá nos decía: “¡Te va a picar!” sobre algo que no veíamos en la alacena que quería que le pasáramos, aunque estaba frente a nosotras.


Y bueno, aprovechando la presencia me permití sentir la culpa, el juicio, el "hubiera".


  1. Cómo todo es perfecto.


Déjame explicarte esta parte, porque quizá estés pensando: ¿Cómo que perfecto, Silvia? ¡Te pudiste haber ahorrado mucho dolor!


Hace varios años aprendí que el Universo, Dios, la Fuente, siempre nos habla. Primero susurra, luego habla más fuerte, y si seguimos sin escuchar, nos grita. Es como si alguien te llamara: si no volteas, lo hará con más intensidad hasta que sea imposible ignorarlo.


Cuando ignoramos esas señales, solemos reaccionar. Y por “reaccionar” me refiero a cualquier pensamiento, palabra o acción que viene desde el miedo o la escasez, buscando una gratificación inmediata. Si aprovechamos esa oportunidad, expandimos nuestra consciencia. Si no lo hacemos, el mensaje se intensifica. En mi caso, el “grito” llegó a través de una relación con un familiar.


De no haber llegado a ese punto, hoy no estaría en la posición de preguntarme desde la presencia: ¿Qué se requiere de mí aquí? ¿A qué estoy invitada a evolucionar, transformar, aceptar o integrar?


Sé que estas preguntas pueden despertar resistencia, porque cuando ya llegamos al punto que se requirió más intensidad, hay dolor, puntos ciegos o partes de nosotras que aún no queremos ver. Pero hay una versión de la pregunta que siento más poderosa y que nos invita a asumir total responsabilidad que es lo que también te quiero compartir hoy:


¿Qué parte de mí atrajo esta situación a través de este familiar?


¡Pum!


Poderosa, ¿verdad?


Y aquí estoy, sintiendo las emociones, transitándolas en mi cuerpo con las circunstancias que se desencadenan en la intensidad que ya se encuentra todo. Confío plenamente en que las respuestas llegan para expandir mi consciencia.


Universo, estoy lista.


Ya sea que la vida te esté susurrando o gritando, la clave siempre será regresar a la presencia y tomarte esa pausa consciente para reflexionar. Esa pequeña pausa tiene el poder de transformar nuestra perspectiva y abrirnos a las respuestas que necesitamos.


Hoy quiero invitarte a observar tu vida desde esta perspectiva. Quizá tengas una situación que esté en el nivel de susurro, esperando tu atención, o tal vez ya estés enfrentando un desafío más intenso que te pide tomar acción consciente. Recuerda: todo llega para mostrarte algo valioso sobre ti misma.


Te dejo estas preguntas para que reflexiones: ¿Qué se requiere de ti en este momento? ¿Qué estás invitada a transformar o aceptar? Y si sientes que necesitas ir más profundo: ¿Qué parte de ti está atrayendo esta situación a través de esa persona o circunstancia?


La vida es un maestro constante. Incluso en los momentos retadores, podemos elegir aprender, crecer y expandir nuestra consciencia. Hazle saber al Universo que estás lista para escuchar. Desde esta energía y con la perspectiva adecuada, estoy segura que las respuestas llegarán a ti.


Y yo creyendo que esta situación era "nueva". Bendito cajón, todo es perfecto. 🙏🏻

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