El Autoconocimiento No Es Lo Que Crees
- 3 ago
- 3 Min. de lectura
🎧 ¿Prefieres escuchar este blog?
Aquí te dejo la lectura completa en video:
Hay una idea que se repite mucho en el mundo del desarrollo personal y la espiritualidad:
“Primero necesito conocerme para estar bien.”
Y aunque suena lógica…
en la práctica, muchas veces te deja esperando.
Esperando tener claridad.
Esperando “entenderte mejor”.
Esperando sentirte lista.
Y así pasa el tiempo…
Y con él, se te va la calma, la presencia, la vida.
Yo también lo creí por un tiempo.
Pensaba que si lograba descifrar mi historia, mis patrones, mis heridas… entonces sí, todo iba a tener sentido.
Iba a poder tomar decisiones con certeza, sentirme más libre, más yo.
Pero un día, no de golpe, sino en el cuerpo, entendí algo:
el autoconocimiento no es una meta, es una práctica viva.
Una forma de estar contigo… incluso cuando no entiendes del todo lo que estás sintiendo.

No Tienes que Entender Todo para Empezar a Estar Bien
Hay cosas que solo se revelan cuando estás dispuesta a vivirlas.
A sentirlas.
A equivocarte y seguir.
A estar contigo sin necesidad de resolverlo todo ya.
Y no, no es fácil cuando llevas años exigiéndote respuestas.
Cuando crees que solo si te entiendes, mereces descansar.
Pero la paz no llega después de entenderte.
A veces, llega justo cuando dejas de exigirte hacerlo.
El Cuerpo lo Sabe Antes que la Mente
A veces estás más cerca de ti de lo que crees… pero no lo notas porque estás buscando con la cabeza lo que solo el cuerpo puede sentir.
Tu forma de reaccionar, de protegerte, de elegir o evitar… todo eso también habla de ti.
Y no necesitas juzgarlo para empezar a escucharlo.
Empezar a conocerte no es solamente leer sobre ti.
Es mirarte con más suavidad.
Es atreverte a parar cuando siempre corrías.
Es darte cuenta que tu forma de ser también tiene belleza… incluso en esas partes que aún no entiendes, como tu sombra.
No hay nada malo en ti.
Solo aprendiste a buscarte en lugares donde no estabas.
Quizás creciste creyendo que tu valor estaba en cumplir con lo que otros esperaban.
En cómo deberías pensar.
En cómo deberías ser.
Pero tú… eres más que eso.
Eres un sistema vivo, cambiante, lleno de capas que no necesitan ser resueltas ya para ser honradas.
Y tal vez lo que te hace falta no es más información…
sino más presencia.
Más cuerpo.
Más permiso.
Una Guía, no una Respuesta
A mí me ayudó muchísimo conocer mi Diseño Humano.
No porque me diera certezas o recetas…
sino porque me recordó algo que en el fondo ya sabía:
que no hay una sola manera de estar bien,
que mi energía tiene su propio ritmo,
y que muchas de las cosas que sentía “mal” en mí, en realidad eran parte de mi diseño natural.
Y cuando reconocí esa forma única en la que vivo la energía, las decisiones, las emociones…
algo dentro de mí descansó.
Era como encontrar una verdad que no sabía que estaba buscando…
pero que, al leerla, hizo todo el sentido en mi cuerpo.
Si quieres empezar a explorarte desde ese lugar, no para etiquetarte, sino para mirarte distinto, puedes sacar tu gráfico gratuito aquí:
Y si lo haces, léelo sin prisa.
No estás aquí para “entenderlo todo” hoy.
Estás aquí para vivirte.
Y si hay herramientas que te invitan a hacerlo con más compasión… bienvenidas sean.
Con amor,

Si te compartieron este blog y te gustaría recibirlo cada semana, puedes registrarte AQUÍ 👈👈




Comentarios