¿Por qué me siento así si todo esta “bien”?
Y llegaba la culpa de sentir que “algo me faltaba”.
Yo volteaba a mi alrededor y realmente no encontraba algo tangible por lo cual tener esa sensación de vacío en mí y más culpa me daba. Me enredaba en un tren de pensamientos y lo único que quería era desconectarme. Esto sucedió cuando transitaba por una época de mucha tristeza, culpa y enojo que después me lo diagnosticaron como depresión.
Hoy en esta era de transformación, hay muchas cosas sucediendo a nuestro alrededor. Y al ver con nuestros 5 sentidos todo lo que sucede afuera, nos podemos conectar con la consciencia separada.
Estar en la separación, no nos deja ver que el “problema” y la “solución” están en un mismo lugar.
Comprarnos la idea o dejarnos convencer de que el problema es el otro, no nos lleva a ningún lugar. Si estamos esperando a que el otro cambie o las circunstancias cambien para que yo me sienta mejor, solamente nos hace parte del problema y entrar en un bucle sin salida.
Cuando estamos viendo desastre, destrucción, guerra, muerte, odio, peligro, creemos que eso es allá, del otro lado del mundo, o en la otra ciudad, o en la otra colonia, o en la otra casa y entonces creemos que no tiene nada que ver nosotros.
Y aquí reitero el hecho de lo que vemos en los medios, en las redes, en las noticias, ¿de dónde y para qué están pasando todo el día esto en los medios de comunicación? Esta parte si podemos controlarla, qué tanto de esto vemos y qué le damos a nuestra mente. ¿De qué estamos llenando nuestro vaso para darnos?
Sin negar lo que está sucediendo, podemos conectar con la consciencia de unidad y entender que o somos parte del problema o somos parte de la solución. No hay más.
Y es que esto para la mente y para el ego es una LOCURA. ¿Cómo me vas a venir a decir que lo que veo tiene algo que ver conmigo?
Por un lado este rechazo y por el otro lado, llega esta culpa de la que hablaba en un inicio que se junta además con sentirnos culpables de tener comodidades mientras hay otras personas sufriendo.
Y es justo aquí cuando podemos tomar consciencia y tenemos frente a nosotros, una decisión a tomar, o nos quedamos en la separación, pensando que no tiene nada que ver con nosotros.
O elegimos unirnos a la consciencia de unidad donde sí que podemos aportar desde nuestro lugar pero además tomar la oportunidad de vernos reflejados en eso que nos despierta una emoción de miedo como la tristeza, el enojo, la impotencia, la culpa, etc.
Y aquí es donde podemos ejercer nuestro libre albedrío y decidir, consciente o inconscientemente. En definitiva a mi me tocaba hacerlo conscientemente por que mi patrón era irme por la separación.
Y aquí te dejo 3 ideas a reflexionar que pueden servir para tomar esa decisión conscientemente:
Solamente podemos estar en uno de dos lugares, en el miedo o en el amor, en la separación o en la unidad. Parece lógico pero de verdad nuestra mente cree que podemos estar en los dos lugares al mismo tiempo. Si yo veo violencia y siento miedo o tristeza, cuando creo que hasta que se termine la guerra puedo conectar con la paz, estoy totalmente en la separación creyendo que estoy en el amor. Si creo que el otro necesita cambiar para que pare mi dolor, estoy en la separación. Lo que yo siento de lo que veo y como lo juzgo tiene más que ver conmigo que con el otro. Esto no es negar lo que sucede, sino es enfocarnos en lo que sentimos, en lo que interpretamos. Una vez que atendemos nuestra emoción, podemos actuar desde un estado de paz y de amor, con mucha más claridad, de forma más asertiva, con más creatividad y en realidad hacer algo para transformar la experiencia y poder tender una mano.
Cuanto más rápido acepto lo que siento, más rápido me quito del camino y permito que todo tome su curso.
Podemos caer en el positivismo ilusorio (en el pensamiento pend$%&* como diría Odin Dupeiron 🤭😂) de mantenernos tan positivos, con afirmaciones, rechazando nuestras emociones, negando lo que sucede, negando lo que sentimos que perpetuamos lo que tenemos frente a nosotros. Aquí es cuando repetimos lo mismo una y otra vez.
Cuando aceptamos lo que sucede, nos damos permiso de sentir y, como mencionaba en el punto anterior, desde un estado de paz y amor actuamos. Todo cambia. Pero de nuevo, parece contraintuitivo. Fue hasta que me permití vivir mi tristeza, mi enojo y mi culpa que pude salir de la experiencia de depresión. Mientras la resistía y me enojaba con ella, más me hundía. Para la mente y para el ego esto no tiene lógica, pero para el amor si.
La aceptación es el principio de todo cambio .
Lo que compartimos se refuerza y las palabras que utilizamos y lo que expresamos importa, mucho.
Si todo el día estamos hablando de lo feas que están las cosas, de lo difícil que está todo, de la escasez, etc a esto es a lo que le estamos dando poder. Y hay una línea muy sutil de no caer en el positivismo ilusorio. Pero si pusiéramos una moneda en un vaso cada vez que repetimos “qué dificil”, “está horrible”, “qué miedo” y más frases como estas, seríamos millonarios 🤦🏻♀️ Y no es por negarlo, claro que se pueden hablar las cosas con consciencia, pero cada que lo decimos volvemos a sentir todo. Para la mente no hay diferencia entre que solamente lo estamos platicando, es broma, es real, es ilusorio, ya pasó o estoy realmente en la situación y todo nuestro sistema nervioso se activa en estado de alerta.
Pongamos atención a las conversaciones que tenemos y las palabras que utilizamos que muchas veces son las que nos tienen en un bucle sin salida.
Y finalmente te invito a buscar ayuda si las emociones no te dejan avanzar, si te sientes atorado, si te sientes paralizado o si sientes que ya has trabajado ese tema y sigues experimentándolo o repitiendo algo. Se requiere estar para nosotros las veces que sea necesario para avanzar, para reconectar con el amor que verdaderamente somos, con la grandeza que ya está dentro de nosotros con la que ese vacío nos invita a conectar.
Vamos juntos y en la medida en que cada uno tomemos la responsabilidad de nosotros mismos, sumamos al colectivo. ✨