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¿Por qué nada cambia? No estás observando ESTO

  • 14 sept
  • 5 Min. de lectura

🎧 Aquí puedes escuchar el audio del episodio: AQUÍ 👈👈

📺 Y aquí ver el video en YouTube: AQUÍ 👈👈


A veces sentimos que hacemos todo lo posible… pero nada cambia.

En el blog pasado hablamos justo de eso: de todas esas veces que, por más que hacemos, las cosas no cambian.

Y vimos que es porque quizá estamos poniendo solamente un curita y no atendiendo el tema de raíz.


por más que hago, nada cambia

Puede ser que el cuerpo sea el que esté hablando, alguna situación con personas ya sea familiar o social, o con el trabajo, la casa, el tiempo, etc.


Y es que a veces se nos olvida que todo lo que está en nuestra experiencia, habla de nosotros.

Que es un espejo, diciéndonos por dónde está el tema a atender, a dejar de juzgar, a dejar de excluir, rechazar o quizá algo a evolucionar por que ya caducó.

Si por más que ya hiciste algo al respecto y las cosas parecen no cambiar no es que haya algo malo en ti, más bien es una invitación a tomar una perspectiva diferente.

La ley del espejo que te comentaba de los episodios 4 Y 6 nos recuerdan un tema en el que quiero profundizar.


Si sigo viendo algo que no debería de estar o que está mal, algo que no debería de estar sucediendo en mi vida...


Aquí trata de personalizarlo para poder seguirme y llevarlo a la práctica, piensa en eso que no ha cambiado, en eso que no se ha ido.

La enfermedad, la mala relación con alguien o algo, que sigues atrayendo lo mismo de algo, etc. Ponle nombre.


Si sigo creyendo que es algo que no debería de estar o que está mal, algo que no debería de estar sucediendo en mi vida, es implícitamente creer que es un error que esté sucediendo.


Uff esto me explotó la cabeza la primera vez que lo escuché:

si sigo creyendo que es algo que no debería de estar sucediendo, implícitamente estoy diciendo que es un error.

¿Estás de acuerdo?


Y esto viene desde la separación, de no estar en la unidad.

De creer que hay bueno y malo, grande y pequeño, yo acá y tu allá, que si te doy pierdo y que si tu me das pierdes.

Significa que no estamos en la unidad, que se nos olvida conectar con la divinidad que hay dentro de nosotros.

Qué nos hemos creído las historia de escasez, de la falta de recursos, de lo limitado, que conectamos con que algo es un error.

Y cuando hay un error, la mente desde la separación quiere encontrar un culpable y un castigo para ese culpable.

Todo esto sucede inconscientemente y justo lo que queremos es hacerlo consciente. Traerlo al consciente por que no nos damos cuenta.

Justo despertar es esto, traer al consciente lo inconsciente para no seguir llamándolo destino como bien nos recuerda Carl Jung.

Entonces ¿a dónde se va la mente desde la separación?

A buscar culpables primero que nada.

Si ya hemos tomado cursos, leído un poco e ido a terapia, ya conocemos el hecho de que “las personas hacen lo mejor que pueden con las herramientas, consciencia y circunstancias que tienen” y entonces aquí siento que nos atoramos un poco.

Porque luego buscamos nuevo culpable y volteamos a vernos a nosotras.

Entonces la culpable debo ser yo.

Ya he hecho, ya fui a terapia, ya hice cambios y el tema sigue.

Algo debe estar mal en mi.

Algo estoy haciendo mal.

Esto no debería de estar sucediendo.


Ijole y nos enrolamos en un bucle hacia abajo, ¿lo puedes ver? Es profundo.


Recapitulando,

creer que algo no debería de estar o suceder, es estar en la mente separada, es olvidarnos de conectar con la unidad.

Y ¿de que nos olvidamos en la separación?

Nos olvidamos de conectar con las infinitas posibilidades, con la perfección, esto nos lleva a creer que hay un error y hay un culpable y si hay un culpable hay que castigar.

Y si los demás están haciendo lo mejor que pueden, el ego se cuela y entonces apuntamos hacia nosotras. Soy yo el error y la culpable.

Solo si en realidad sentimos que la otra persona está haciendo lo mejor que puede, por que si no, solo es racionalizado y no lo sentimos de verdad, muy en el fondo estamos esperando a que la otra persona cambie para yo estar bien.

Uff, y back to square one. Además como un lock down que si ya leímos, aprendimos y en terapia vimos, que no debo depender del otro para que las cosas cambien. Que yo debo hacerme responsable de lo único que puedo transformar y expandir: yo. No hay para donde movernos, nos quedamos atorados en medio.


Poderoso ¿verdad?

Ya nos sabemos la teoría, de que todo es perfecto, todo pasa para algo.

Pero al inicio del episodio estábamos en que ya hice, ya cambié, ya intenté y las cosas no cambian.


Todo ese hacer, cambiar e intentar, son un curita y no van a servir de mucho, si la consciencia desde la que se hace, es desde la separación, la culpabilidad y el castigo.


Y ahora ¿qué Silvia?


Inhala profundo.


Conectemos con la divinidad dentro de nosotras, regresemos a la unidad, salgamos del juicio de creer que algo sigue mal.

Se que tu mente separada, tu mente egoica, te está diciendo, “siii pero no quiero esto que estoy viviendo!

No te estoy diciendo que no se va a transformar, pero no se puede transformar si no transformas la consciencia detrás de tus actos, tu interior.

Además, como es adentro es afuera, ¿recuerdas?

Si estoy en la separación, separación veré afuera.

Si estoy en la culpa, culpables veré afuera (incluso creer que nosotras somos las culpables es verla afuera),

Si estoy en que alguien debe ser castigado, castigos veré afuera.

Y el castigo está siendo esto que estoy viendo que quiero que se vaya.

Esto que estoy viviendo que digo “¿por qué a mi?”


Para mi es el primer paso, la aceptación.

¿Pero puedes ver como esta es una aceptación distinta a la que tuviste cuando empezaste a atender este tema que no se ha resuelto?

Es una aceptación mucho más profunda, hay un cambio de consciencia detrás de ese aceptar.

Una aceptación desde la unidad, la perfección, las infinitas posibilidades, lo ilimitado, de sabernos "resourceful" como dicen en inglés. Creo que no hay una palabra en español para esto pero saberme llena de recursos.

Saberme abundante, desde el amor.

¡Wow!

Una aceptación mucho más profunda, amorosa de hacer lo inconsciente consciente para no seguirle llamando destino, en completa responsabilidad y saliendo de la culpa.

Y algo super importante, es completamente normal que salgamos de esta aceptación en momentos.

¿Cuál es nuestra responsabilidad?

¿De qué es de lo único que me puedo hacer cargo como dijimos hace unos momentos?

De mi, solamente me puedo hacer cargo de mí, responsabilizarme de regresar a esta consciencia de unidad.

¿Cuántas veces?

Las veces que sean necesarias.

Soltando la perfección, con compasión, paciencia y amor hacia mi misma.

Las veces que sean necesarias.


Y con esto, deseo de todo corazón que ese nombre y apellido que le pusiste al tema que está en tu vida en el inicio de este blog, que ya lo estés viendo de otra forma.

Con una aceptación mucho más profunda y sabiendo que es un punto de partida muy distinto para evolucionar desde lo profundo que es lo que hará que esa situación se transforme por que tu te moviste a un espacio de unidad.

Con amor,

ree

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