¿Tu Mente Entiende… Pero Tu Vida No Cambia?
- 17 nov
- 5 Min. de lectura
🎧 Aquí puedes escuchar el audio del episodio: AQUÍ 👈👈
📺 Y aquí ver el video en YouTube: AQUÍ 👈👈
Entender no es integrar.
Y ese es exactamente el punto donde la mayoría se frustra.
No te falta información… te falta sostén.
Puedes saber todo, haber tomado cursos, terapias, entender tu historia, , tu diseño, usar chat gpt…
y aun así sentir que regresas al mismo punto de siempre.
Y si esto te pasa, no hay nada malo contigo.
Solo te falta comprender cómo funciona tu cuerpo, tu energía y tu mente cuando quieres cambiar algo profundo.
De eso vamos a hablar hoy:
de por qué no logras llevar a tu vida y sostener lo que sí entiendes…
y qué está pasando dentro de ti cada vez que intentas hacerlo.
Creeme, hace unos años, estuve alli mucho tiempo.
Vivimos en una época donde entender es fácil.
Hoy la información nos sobra y hasta diría que hoy en día el tema no es acceder a información, sino a que la información sea cierta y, lo más importante, llevarla a la acción, a tu vida diaria, sostenerla.
Ves un reel, escuchas un episodio, lees una frase… y captas la idea en segundos.
Y si no, se la preguntas a chat gpt y te la explica, aunque también se equivoca eh.
Pero vivirlo, sostenerlo, integrarlo…
Integrarlo… es otra historia.
Entender es mental. Integrar es corporal.
Y ahí está la raíz del problema.
La mayoría llega a este patrón:
“Ya sé qué hacer… pero no lo hago.”
“Sé cómo regresar a mí… pero no lo sostengo.”
“Lo sentí un día… pero al siguiente ya se me olvidó.”
No es que haya algo mal en ti.
Es que estás tratando de sostener un cambio desde la mente…
cuando los cambios reales ocurren en el cuerpo.
La mente entiende.
El cuerpo integra.
Y si tu cuerpo no está listo… te regresa a lo conocido.
Quiero que pienses en esos momentos donde te sientes tan clara:
Una sesión.
Una conversación.
Un día donde amaneces luminosa.
Una meditación.
Un audio.
Todo se siente sencillo, lógico, perfecto.
Pero esa claridad… se diluye.
No desapareció.

Lo que aparece es tu sistema nervioso, tus memorias, tus heridas, tu hábito corporal de vivir en alerta.
El otro día escuché a una persona muy reconocida en el mundo de la autoayuda contar algo que refleja exactamente de lo que estamos hablando.
Ella decía que, hasta hoy, cada vez que prende la luz de su baño, su cuerpo cree que una mano va a salir de ahí y agarrarla. Algo que le pasó de niña, algo que dice que ya entendió, que ya trabajó…
y aun así su cuerpo sigue reaccionando como si estuviera en peligro.
Y contaba otra cosa de otro tema que le pasó de noche de chiquita: que mientras su mente está convencida de que esa etapa ya sanó, todavía necesita dormir completamente tapada, hasta la cabeza.
Y aquí es donde lo vemos claro:
La mente entiende.
El cuerpo recuerda.
El cuerpo protege.
El cuerpo no sabe que ya creciste.
Y ahí es donde todas nos confundimos.
Quiero dejarte esta frase:
“No puedes sostener lo que tu cuerpo aún siente peligroso.”
Y pasa todo el tiempo:
“Quiero poner límites… pero en el momento siento que me hago pequeña.”
“Quiero descansar… pero cuando me siento aparece la culpa.”
“Quiero ser constante… pero mi cuerpo entra en resistencia.”
Porque tu cuerpo no está luchando contra ti.
Está protegiéndote con lo que conoce.
Y si lo que conoce es culpa, sobreesfuerzo, invisibilidad, exigencia…
eso es lo que va a intentar mantener.
La expansión, por más deseada que sea…
es desconocida.
Y lo desconocido para tu cuerpo = peligro.
Tu sistema nervioso te regresa al “yo de siempre”, porque ahí sabe cómo sobrevivir.
Tu mente entiende rápido.
Tú captas cosas en segundos.
Pero sentir…
sentir necesita tiempo.
Integrar requiere repetición.
Repetición segura.
La claridad mental NO es suficiente para sostener un cambio.
Las mujeres, sobre todo en latinoamerica, sostenemos a todos.
A los hijos, a la casa, a las emociones de otros…
pero no tenemos quién nos sostenga en nuestro propio proceso.
Y sin sostén, no hay integración.
Sin integración, no hay cambio que perdure.
Esto lo veo todos los días con muchas mujeres, a ver si te identificas en alguna:
No pides ayuda.
No compartes tu proceso.
Te exiges cargar más de lo que tu energía puede sostener.
Intentas transformarte desde la soledad emocional.
Pero no nacimos para cambiar en aislamiento todo el tiempo.
La transformación se vuelve posible cuando tienes un espacio donde no tengas que ser fuerte todo el tiempo.
Tu mente te dice que no puedes una y otra vez,
pero es que no tienes una estructura que sostenga la versión de ti que estás intentando construir.
Tú puedes tener la claridad más grande del mundo…
pero si no tienes un ritmo, un proceso, una práctica, un espacio…
tu energía regresa a lo conocido.
Por eso integro:
Desde el cuerpo
Desde la emoción
Desde la energía
Desde la presencia
Desde la práctica real, cotidiana y sostenible.
Desde la repetición que reprograma
Lo que aprendes en un día es hermoso.
Lo que sostienes todos los días… te transforma.
Como manifestadora emocional 1/3, yo he vivido lo difícil que es sostener sola.
Yo entendía todo, veía todo…
pero no lo integraba.
Mi vida cambió cuando dejé de querer hacerlo todo en mi cabeza…
y empecé a darle estructura a mi cuerpo, a mis procesos, a mis emociones.
Si hoy te reconociste… quiero dejarte esta verdad:
No te falta fuerza.
No te falta voluntad.
No te falta claridad.
Te falta un espacio.
Un ritmo.
Una estructura.
Un sostén real para la mujer que estás lista para ser.
Y si este episodio te movió, te dio perspectiva y estás dispuesta a hacer el trabajo…
te recomiendo agendar una llamada de claridad AQUÏ para el acompañamiento más completo que tengo.
Un espacio donde no solo recibes información, sino donde te acompaño a llevarlo a tu vida de forma sostenible, con claridad, con presencia y con la seguridad que tu proceso necesita.
Porque la información no sirve de mucho sin acción.
La transformación ocurre cuando puedes sostener lo que ya sabías desde hace tiempo.
Así que demosle a tu sistema nervioso la seguridad que necesita…
para que pueda sentirse a salvo avanzando hacia la vida que sí quieres, sin esperar que los demás cambien para que tú estés bien.
Será un honor acompañarte si es algo que resuena contigo.
Gracias por llegar hasta aquí, por tu compromiso contigo misma, por tu amor propio.
✨Tu despertar me da luz.
Mi despertar te da luz.
Y vamos juntas.✨
Con amor,

Si te compartieron este blog y te gustaría recibirlo cada semana, puedes registrarte AQUÍ 👈👈




Comentarios